Jueves, 15 de Enero de 1925
Nueva York
En aquella lluviosa mañana de Enero, la investigadora Vicky Dragonson recibió la llamada de su amigo Jackson Elías, citándoles a ella y a su equipo de investigación en la habitación 410 del Hotel Chelsea a las 20h, tal y como anteriormente le había dejado saber. El escritor se mostraba especialmente nervioso y excitado, lo que llamó la atención de Vicky, que no tardó en ponerse en contacto con su equipo, recién llegado a la ciudad, para preparar la reunión: la investigadora pasaría a recogerles a cada uno de ellos a las 19h, con el objetivo de poner en común los puntos que han podido investigar durante los días previos antes de acudir a la cita con Elías.
Llegado el momento, el grupo al completo, compuesto por Vicky, Johanne, Marion y Aleister, entraron en el Hotel Chelsea, solicitando al recepcionista el permiso para subir a la habitación 410, en busca de Jackson, y que avisara a éste de su llegada, consiguiéndolo sin demasiada dificultad.
Hotel Chelsea |
Vicky fue la primera en internarse a la habitación, y tras un rápido vistazo que apenas le permitió apreciar que había alguien bajo las sábanas de la cama, se dirigió rápidamente hacia las escaleras, persiguiendo a quien fuera que hubiera salido por ahí. Pronto descubrió que se trataba de dos hombres de raza negra que descendían a toda velocidad las escaleras de incendios, dirigiéndose hacia un coche de color negro, un Hudson modelo 1915, que les esperaba. Vista la agilidad de los fugitivos, la investigadora sacó su arma del calibre .45 y a la vista de que los hombres no respondían a sus avisos, disparó con la intención de herir a uno de ellos. Desgraciadamente, los dos hombres de raza negra lograron montar en el coche y escapar.
Hudson modelo de 1915 |
Cuando Vicky regresó a la habitación, descubrió que el escándalo había alertado a uno de los botones del Hotel, que escandalizado ante la escena se apresuró a salir de la habitación para avisar a Seguridad. En aquel momento de tensión, Aleister retiró la sábana que cubría la cama, pero cuando vio que lo que ocultaba era el cadáver de Jackson Elías, detuvo aquello que se disponía a realizar, estupefacto.
La tensión de la situación era evidente, y fue Vicky la que procuró controlar la situación acompañando al botones hacia recepción, para relatar lo ocurrido y solicitar una ambulancia para Johanne. Mientras tanto, Marion aprovechó para ojear el cadáver africano que yacía en el suelo después de reanimar a Johanne, al tiempo que Aleister revisó el estado del cuerpo de Jackson Elías. Esto permitió a los investigadores obtener unas pistas:
Una extraña marca en la frente de Elías, y entre sus pertenencias, una carta de Miriam Atwright en la que informaba a Jackson que no disponían del libro que éste parecía haber solicitado.
Entre las posesiones del hombre africano, por su parte, se encontraban una caja de cerillas de un bar de Shangai, una extraña foto de un carguero en un puerto comercial y una tarjeta de visita de Importaciones Emerson, en cuyo reverso podría verse anotado a mano el nombre de Silas N’Kwane.
La escena del crimen |
Tras acordonar la habitación para su posterior investigación, Poole el teniente pidió al grupo que al día siguiente pasaran por comisaría para tomarles declaración. Aún así, parecía tener claro que los investigadores no tenían nada que ver con el asesinato de Jackson Elías, ya que parecía llevar muerto más tiempo del que había transcurrido desde su llegada, confirmada por el recepcionista del Hotel y el botones.
Así las cosas, Aleister y Vicky volvieron al hospital, donde se reunieron con sus dos compañeras. Afortunadamente, la vida de Johanne no corría peligro, pero debía pasar cada mañana durante los siguientes días a realizarse las curas pertinentes en el Hospital. La jóven investigadora privada invitó a sus compañeros a pasar la noche en su casa, donde prepararían sus siguientes movimientos.